Es una creencia muy común, por no decir universal, pensar que la toma de antibióticos debe hacerse siempre con el estómago lleno, es decir, después de haber tomado algo de alimento. Cuando preguntas la razón, la respuesta suele ser casi siempre la misma: “para no hacer daño al estómago”. Pues bien, como otras muchas creencias, no es del todo cierta y digo “del todo” porque algunos antibióticos deben tomarse después de comer pero otros muchos no, e incluso, es mejor hacerlo en ayunas. Así que veamos: antibióticos, ¿antes o después de comer?.

¿Qué Importancia tiene la Comida en la toma de Antibióticos?

Es una conducta habitual asociar la toma de la medicación a los horarios de las comidas, ya que es una manera de no olvidar su toma. Además, en el caso de los antibióticos en los que es tan importante seguir una pauta posológica concreta, se pasa por alto esta para asegurarse tomarlo con el estómago lleno.

Los alimentos pueden alterar la absorción y el efecto de los fármacos, siendo diferente para cada fármaco. Es importante, por ello, que aconsejemos desde la farmacia al paciente sobre el modo de ingestión de la medicación y su relación con las comidas.

Cuando el Alimento protege de los Efectos del Antibiótico

Hay casos en los que es beneficioso tomar los antibióticos con alimentos ya que de esta forma se aumenta su biodisponibilidad o se disminuyen sus efectos adversos. Veamos algún ejemplo:

El Augmentine o su homólogo genérico amoxicilina+ácido clavulánico se debe administrar con las comidas para reducir la posible intolerancia gastrointestinal.

En el caso de las tetraciclinas, como doxiciclina y minociclina, deben tomarse con alimentos para evitar la irritación del esófago pero evitando los alimentos ricos en calcio que podrían disminuir su absorción.

Cuando el Alimento Interfiere en la Absorción del Antibiótico

En ocasiones los alimentos pueden retrasar la absorción de los fármacos, pero una cosa es que la absorción sea más lenta y otra es que afecte a la cantidad total de fármaco absorbida, lo que sí tendría mucha importancia en el caso de los antibióticos.

En el caso del cefaclor, la absorción total es la misma cuando se administra con o sin comida. Sin embargo, cuando es administrado junto con alimentos la concentración plasmática máxima se alcanza más tarde y se reduce aproximadamente a la mitad, por lo que se recomienda su toma en ayunas.

Esto mismo sucede con la fosfomicina (el muy utilizado monurol para infecciones urinarias): la ingestión de alimentos puede retrasar la absorción de la fosfomicina, dando lugar a una leve disminución de los picos hemáticos y la concentración urinaria, por lo que se aconseja tomarla en ayunas.

Nos encontramos casos curiosos como la azitromicina, que si se administra en cápsulas, tras una comida copiosa, puede ver disminuida su biodisponibilidad en al menos un 50%, por lo que debe administrarse una hora antes o dos horas después de las comidas. Sin embargo, cuando esta misma azitromicina se formula en jarabe, polvo o comprimidos, no sufre este efecto pudiéndose administrar con o sin alimento.

Otro caso a destacar es el de la eritromicina, que según la sal con la que se formule cambia su comportamiento. Así, los alimentos pueden reducir la absorción intestinal del estearato de eritromicina, mientras que los alimentos no afectan, o incluso pueden aumentar, la absorción de etilsuccinato. Es por ello que la recomendación de tomar este antibiótico con o sin comida cambia según la sal utilizada.

Alimentos Concretos que Interfieren en la Absorción de Antibióticos

A veces no es la presencia de alimento lo que interfiere en la absorción del fármaco sino algún componente concreto de los mismos.

Así, la interacción entre el medicamento y alguno de los componentes de los alimentos como el calcio, magnesio o aluminio originan un complejo inactivo o quelato que se deposita a nivel intestinal dificultando su absorción.

Este es el caso del ciprofloxacino y norfloxacino, que no deben tomarse con productos lácteos (por ejemplo, leche o yogur) ni con zumo de frutas enriquecidos en minerales (por ejemplo, zumo de naranja enriquecido en calcio). Aunque en ficha técnica se indica que puede tomarse independientemente de las comidas, salvo las salvedades descritas, yo prefiero recomendar su toma en ayunas porque no siempre el paciente recordará las excepciones.

Conclusión

Cuando en tu farmacia te dispensen un antibiótico, deben informarte de cómo tomarlo con respecto a los alimentos.

Si carecieras de esa información, lo más apropiado es que los tomes en ayunas con un vaso de agua y en el caso de que te produzca trastornos gastrointestinales, pasar a tomarlo con algún alimento que no contenga calcio.

 

 

 

Fuentes:
AEMPS: fichas técnicas
STOCKLEY: Interacciones farmacológicas.