Todos estamos cansados. Cada uno a su manera ha puesto todos sus esfuerzos en cumplir con su obligación, fuera esta la que fuera: quedarse en casa o desempeñar un trabajo esencial.

Ahora tenemos la vista puesta en las salidas, en alcanzar la siguiente fase del desconfinamiento que nos permita recuperar un poco más de nuestra antigua vida.

Sin embargo, ¿somos conscientes de lo que nos estamos jugando si no mantenemos las imprescindibles medidas de seguridad durante el desconfinamiento?. Todo el esfuerzo realizado se iría al traste, el sistema sanitario difícilmente podría soportar una segunda oleada de contagios hasta haberse recuperado de personal y fuerzas. Pero no solo eso, una vuelta atrás sería un duro golpe psicológico difícil de asumir por todos.

 

 

Recuerda que poder salir no implica la obligatoriedad de hacerlo. Aplica el sentido común: sal cuando sea necesario y mantén siempre la imprescindible distancia de seguridad.

Mi recomendación es que en toda salida de casa deberías llevar mascarilla. Sobre la obligatoriedad o no de llevar mascarilla se podría abrir un gran debate, sobre si es realmente necesaria o basta con mantener la consabida distancia de seguridad. Para mi hay una realidad irrefutable que es de sentido común: la mascarilla te protege del contagio y es un elemento de seguridad que depende exclusivamente de ti. ¿Vas a dejar tu protección en manos de otros?. Yo no.

Para mi también es imprescindible llevar un gel hidroalcohólico. Fundamental para aquellos momentos en los que toquemos alguna cosa que pudiera estar contaminada (pomos, botones de ascensor, datáfono …) y no tengamos a mano agua y jabón. Aprovecho para recordarte que el alcohol debe tener idealmente una concentración del 70% y que los guantes no solo no son necesarios sino que pueden ser un importante foco de contagio.

Y por último, lo que para mi es la clave de un desconfinamiento exitoso: LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. Vamos a poder salir, está exclusivamente en nuestras manos el cómo hacerlo. Ya no hay una ley que te prohiba salir o relacionarte, va a ser tu responsabilidad como individuo la que ponga los límites. ¿Estamos preparados para ello?. Creo sinceramente que sí, salvo excepciones. Y son a esas excepciones a las que hay que apelar para que no olviden que el riesgo sigue presente y que su irresponsabilidad condiciona el bienestar de todos.

Tu eliges: ser parte de la solución o del problema.

Feliz desconfinamiento.