Según datos de la OMS, el 80% de los medicamentos son consumidos por apenas un 20% de su población, los privilegiados, se entiende. Sin embargo, no podemos culpabilizarnos a nivel personal de que esto sea así y que por ello cerca de un tercio de los habitantes del mundo no pueda disponer en su día a día de medicamentos con los que paliar o tratar sus enfermedades. Esta situación se agrava en situaciones de catástrofe, en donde las necesidades de determinados medicamentos en un periodo corto de tiempo son elevadas.

Más allá de lo que los sistemas gubernamentales puedan y quieran hacer, la población de a pie demuestra ser solidaria y nos es poca la que pregunta en la farmacia cómo hacer llegar medicamentos a destinos donde son necesarios. Mi amiga Marga ha venido a proponerme que hagamos una recogida de medicamentos entre los que sobren en los botiquines de las casas para un envío a una ONG con la que colabora.

– Pills, he pensado que podrías decir a todos los que vengan a la farmacia que te traigan los medicamentos que tengan en casa y no usen para enviarlos a la ONG con la que colaboro.
– Aunque parece una buena idea, Marga, he de decirte que nos es posible tal y como tu lo planteas.
– Pero si estoy hablando de los que no utilizan, no se dónde puede estar el problema.
– Los problemas básicamente son dos, Marga: las necesidades y la ley. Voy a explicártelo.

La Importancia de Enviar los Medicamentos Adecuados

He de reconocer que me quedé impactada con los datos que voy a compartir y que explican perfectamente la necesidad de que se envíen medicamentos adecuados a las necesidades del lugar de destino.

Durante la crisis de refugiados en Ruanda, se enviaron 6 millones de comprimidos de Cefaclor, un antibiótico desconocido para los sanitarios de los campos de refugiados que llevó a que no se utilizara, caducara y tuviera que ser destruido. Por otra parte, el contingente español encargado de gestionar la ayuda que llegaba desde España, tuvo que invertir 4 horas al día de media durante 3 meses para separar lo que aprovechaba de lo inservible.

El Banco Mundial tuvo que financiar con 4 millones de dólares la eliminación adecuada de de 2.700 toneladas de medicamentos inservibles que llegaron a Croacia entre los años 1991 y 1995 durante la guerra de independencia.

Tras el tsunami de Sri Lanka, se recibieron 56 toneladas de medicamentos, de los cuales, solo el 10% se encontraban entre los solicitados. Se invirtió tiempo, recursos y dinero en seleccionar lo que era necesario y gestionar el almacenaje y destrucción de lo que no lo era o era inservible.

Con todo el dinero que se invierte en la selección y destrucción de los medicamentos inservibles que se envían se podrían cubrir las necesidades básicas de millones de personas por mucho tiempo.

La conclusión es evidente: las donaciones hay que hacerlas con sentido, adecuando los envíos a las necesidades reales expresadas por el país receptor.

La ley es clara: No se Puede Donar lo que No me Sirve

La Agencia Española del Medicamento (AEMPS), acorde a las recomendaciones de la OMS, especifica: “los medicamentos donados deberán tener las mismas garantías de calidad, seguridad y eficacia que aquellos comercializados en nuestro país. Para lo cual, no podrán salir de la cadena de custodia legal y las condiciones de almacenamiento de los mismos garantizarán el mantenimiento de las condiciones autorizadas en su ficha técnica”.

Esto quiere decir que ningún medicamento que haya salido de la farmacia y sea traído de vuelta, aunque sea sin caducar y en perfecto estado, puede ser aceptado por la farmacia con ningún fin salvo depositarlo en el punto SIGRE para su reciclaje selectivo. Aprovecho para recordar que la recogida en el punto SIGRE, en contra de lo que algunos erróneamente creen, tiene como finalidad el cuidado medioambiental a través de un reciclaje selectivo.

Entonces, ¿Cómo puedo Donar Medicamentos?

La mejor forma de canalizar las donaciones de medicamentos, que estas sean apropiadas y con la garantía de que lleguen en perfecto estado a su destino, es colaborar con muchas de las ONG que dedican sus esfuerzos a esta finalidad.

Las hay de muy diversa índole: algunas colaboran en recogida de medicamentos (comprados a tal efecto) o dinero en efectivo a través de las farmacias, otras aceptan donativos que destinan bien a la compra de medicamentos o a sufragar localmente medicamentos con los que el personal sanitario esté familiarizado. Algunas trabajan a nivel local y otras internacional.

Te dejo los enlaces de algunas de estas organizaciones que espero sean de tu interés:

 

 

 

Fuentes:
Directrices sobre donativos de medicamentos, revisión 1999.
Guidelines for Medicine Donations Revised 2010.
AEMPS: Instrucciones Para Las Exportaciones De Medicamentos En Concepto De Donaciones Humanitarias.
Drug donations in post-emergency situations.