Creo que hemos dado un gran paso, sanitarios y población, en lo que a concienciación sobre el uso adecuado de antibióticos se refiere. Quizá, uno de los puntos en los que podríamos mejorar, algo que me confirma la charla que he tenido con Eric, es en cuanto a cumplir la pauta antibiótica correcta.
– Pills, creo que voy a volver al médico. Pese a estar tomándome el antibiótico que me recetó no mejoro.
– ¿Y te lo estás tomando tres veces al día como te indicó?
– No, me lo tomo solo dos porque por la mañana, con las prisas, nunca me acuerdo.
– Pues ahí está el problema, Eric: al no tomarte el antibiótico con la frecuencia adecuada, no mantienes los niveles necesarios del mismo para vencer la infección.
– Pues tendrás que explicármelo, Pills. Nunca pensé que fuera tan importante seguir estrictamente las horas de toma.
¿Qué es la Actividad de un Antibiótico?
La actividad de un antibiótico se define por el llamado “espectro de acción” o conjunto de microorganismos patógenos que pueden verse afectadao por el antibiótico cuando se usa a concentraciones no tóxicas.
Los antibióticos tienen una peculiaridad que los distingue de otros fármacos y es que deben de actuar sobre los organismos infectantes (bacterias) sin que, en lo posible, se lesionen las células infectadas.
¿Qué Parámetros son Importantes en la Actividad de un Antibiótico?
Para que el tratamiento con antibiótico sea efectivo, más allá de su correcta elección, debe existir una interacción específica entre el agente antibiótico y el microorganismo patógeno en las concentraciones adecuadas y durante el tiempo suficiente.
Ambos, concentración y tiempo, dependen de que la toma del antibiótico se haga correctamente. De ahí la importancia de cumplir la pauta en antibióticos.
Hay algunos antibióticos en los que tiene más importancia el factor concentración y otros en los que influye el tiempo de contacto. Pero de una u otra forma, ambos parámetros, concentración y tiempo, son fundamentales para que su acción se desarrolle correctamente.
El Factor Concentración de un Antibiótico
Para entender la importancia de este parámetro debemos definir antes dos conceptos:
Concentración mínima eficaz (CME): es la concentración por encima de la cual se observa el efecto terapéutico de un medicamento. En el caso de antibióticos hablamos de CMI.
Concentración mínima inhibitoria (CMI): mínima concentración de un antimicrobiano capaz de inhibir el crecimiento de un microorganismo. Es decir, para que un antibiótico sea efectivo debe alcanzar concentraciones que estén por encima de la CMI y mantenerlas en el tiempo. Para ello, deberán tomarse las cantidades apropiadas y no menos.
Cuando tomamos un antibiótico, sus niveles en sangre comienzan a subir. Pasado un tiempo sobrepasará la CMI y alcanzará una concentración máxima (Cmax). A partir de entonces la concentración empieza a disminuir. Si queremos mantenerla por encima de esta CMI, y que sea efectivo, será necesaria otra toma de antibiótico.
El Factor Tiempo de un Antibiótico
El factor tiempo o duración del contacto del antibiótico con el microorganismo es otro de los factores clave del éxito de la terapia antibiótica. La velocidad de eliminación del fármaco del organismo condicionará en gran medida este tiempo de contacto y por ello cada antibiótico deberá pautarse con una frecuencia determinada y durante el tiempo necesario.
¿Qué pasa si No cumplimos la Pauta en Antibióticos?
Las bacterias tienden a buscar estrategias que les permitan resistir a la acción tóxica que ejercen sobre ellas los antibióticos. Es la llamada “Resistencia Bacteriana”.
La resistencia implica unas modificaciones en la bacteria que las hacen resistentes. Inicialmente este cambio aparece en un número pequeño de ellas. El problema viene porque al utilizar antibióticos van desapareciendo aquellas bacterias que son sensibles al mismo y sobreviven las resistentes. Con el tiempo, estas bacterias resistentes irán aumentando en proporción llegando a un momento en el que el tratamiento con antibiótico se hace ineficaz.
La aparición de resistencias exige el contacto de la bacteria con el antibiótico, por lo que se puede comprender que, la principal causa de que se haya incrementado notablemente el número de bacterias resistentes es el abuso o mal empleo de los antibióticos, aspecto que recoge el incumplimiento de las pautas de su toma.
Si en nuestro organismo hay contacto entre bacterias y antibiótico por debajo de la CMI, el antibiótico no actuará eliminando a las bacterias pero estas podrán generar resistencias.
La toma de antibióticos siempre será susceptible de generar resistencia bacteriana. es por ello que su uso solo estaría justificado en aquellas situaciones en las que el beneficio está claramente demostrado. Es por ello que su uso deberá ser siempre prescrito por un médico.
Por tanto, podríamos resumir diciendo que: un mal uso cuantitativo y cualitativo transforma los beneficios de los antibióticos en perjuicios
Agradecimientos: a @ligero999 por sus matices.
Fuentes:
Farmacología Humana. J.Flórez-J.A.Armijo-A.Mediavilla.
ELSEVIER: Los datos farmacocinéticos y farmacodinámicos en el manejo de los antimicrobianos
Deja una respuesta