La poderosa Philip Morris lanzó su novedad IQOS o tabaco sin combustión, un dispositivo electrónico que calienta el tabaco en lugar de quemarlo, lo que lo convierte, según palabras de la propia compañía, en menos perjudicial para la salud del fumador. Cabe preguntarse si realmente no es perjudicial o es un lobo con piel de cordero.

 

 

¿Qué es IQOS?

IQOS es un dispositivo basado en tabaco sin combustión («heat not burn”), que calienta el tabaco a unos 300 grados (a diferencia de los 800 que pueden llegar a alcanzarse al fumar tradicionalmente) pero no llega a quemarlo, lo que evita la combustión y la producción de humo y ceniza.

En palabras de la propia compañía, la ausencia de combustión permite reducir en más de un 90 % los niveles de compuestos nocivos del cigarrillo tradicional, ser más limpio y no dejar olor. Vamos, un chollo.

Dejan claro que no se parece en nada a un cigarrillo electrónico que utiliza nicotina y no tabaco, sino que IQOS utiliza tabaco que es consumido de forma diferente a los cigarrillos convencionales, pero con la ventaja de generar una experiencia sensorial muy parecida a los de estos.

Como digo, es un dispositivo electrónico que consta de: una batería externa, el dispositivo propiamente dicho que tiene aspecto de bolígrafo y los denominados Heets o pequeños cigarrillos que contienen el tabaco. Un dispositivo electrónico que genera un vapor distinto al humo del tabaco, aunque con la misma cantidad de nicotina. Un cigarro electrónico perfeccionado.

(puedes ver aquí el video de presentación) 

¿Cómo Funciona IQOS?

Cuando introduces un Heet en el dispositivo, el tabaco que está en su interior se calienta y te da paso a poderlo consumir o “fumar”. El fabricante habla sutilmente de “utilizar” ya que no quiere asociar la palabra “fumar”, de grandes connotaciones negativas, con su dispositivo.

¿Cuánto Cuesta IQOS?

Su precio es de 70€ y cada paquete de 20 Heets cuesta 4,85€, como un paquete de cigarrillos convencional.

¿Y cómo queda Legislado?

Al contener tabaco, se le aplican las mismas medidas que al tabaco en cuanto a venta, publicidad y espacios donde se prohíbe su consumo, al contrario que los cigarrillos electrónicos, que sí están permitidos por ejemplo en bares y restaurantes (si no se indica lo contrario).

De todas formas, no veo muy claro quien puede responsabilizarse de distinguir si se está utilizando un dispositivo u otro.

Desde la compañía Philip Morris se lucha para que les sea aplicada una legislación más benévola, no en balde se han gastado alrededor de 3.000 millones de dólares en desarrollarlo y ellos mismos lo tienen clasificado como “producto de riesgo reducido (RPP)”.

Este ambivalente término significa que “son artículos con potencial para reducir el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, en comparación con los cigarrillos”.

Dos puntos llaman la atención: “potencial” y “en comparación con” es decir, que no está exento de riesgo aunque tenga posibilidades (por demostrar) de reducirlo y siempre en comparación con otro, lo que no implica que por el mismo tenga.

¿IQOS Sí o No?

Lo primero y principal es saber lo que estamos comprando:
  • Un dispositivo para fumar que lleva tabaco y nicotina y que por lo tanto mantiene el poder adictivo de esta, así como sus riesgos para la salud.
  • Que pese a no emitir humo con partículas tóxicas procedentes de la combustión del tabaco, sí generan un aerosol en cuya composición existen sustancias y partículas nocivas para la salud.
  • Este dispositivo NO ES UNA AYUDA PARA DEJAR DE FUMAR, es un cambio en la forma de fumar. Según la tabacalera, su target son los fumadores que quieren seguir fumando y supuestamente quieren hacerlo de forma más sana.
Dicho lo cual:
  • Todos sabemos que fumar mata, ahora tienes la opción de hacerlo más lentamente porque IQOS – aunque pudiera reducir el riesgo según su fabricante-  sigue siendo perjudicial para tu salud.
  • Generan confusión entre la población que cree no estar perjudicando a su salud.
  • Detrás de toda esta campaña de las grandes tabacaleras en las que manifiestan preocuparse por nuestra salud no se ve más que intereses económicos derivados del descenso en el consumo de tabaco al que ha llevado las actuales leyes más restrictivas o el miedo a la ilegalización.

Señores de Philip Morris, si de verdad están preocupados por la salud de la población, inviertan todos esos millones en medidas de deshabituación tabáquica y campañas de concienciación sobre los riesgos del tabaco. ¡Ah, se me olvidaba, si tal y como dice su eslogan quieren ver “un mundo sin humo”, dejen de fabricarlo!.

 

 

 

Agradecimientos: a @mthmolina por ponerme sobre la pista.

Fuentes:
Control y prevención de productos de tabaco sin humo y cigarrillos electrónicos