En las últimas semanas hemos sido testigos de excepción de cómo, tras la aparición de un nuevo agente infeccioso, se le asigna a este y a la enfermedad que provoca un nombre “coloquial” de manera casi inmediata. Necesitamos nombres para designar a las cosas y, en casos como estos, la vía popular es más rápida que la institucional. A mi amiga Marga le molesta sobremanera que no se les llame a las cosas por su nombre, pero, como ya le he dicho, la asignación de nombres lleva un proceso en el deben tenerse en cuenta ciertas normas.

– Pills, he escuchado toda variedad de nombres para llamar a este nuevo coranovirus y la enfermedad que provoca. Que si coronavirus de Wuhan, que si covid19, que si sars-coranovirus, ya no sé qué es cada cosa.
– Te entiendo, Marga. Creo que todos tenemos bastante confusión con los nombres, no sabiendo distinguir entre el agente causal y la enfermedad. Además de que hay nombres totalmente inapropiados. Te lo explico.

 

Hay que Poner un Nombre

Cuando aparece una nueva enfermedad, urge ponerle nombre ya que es difícil hablar de algo que no se puede nombrar. Cuando la enfermedad tiene nombre puedes hablar sobre ella, discutir y adoptar soluciones e incluso transmitir recomendaciones de salud pública y pedir que la gente las cumpla.

En un primer momento suele utilizarse el nombre que coloquialmente va surgiendo de manera natural, en este caso coronavirus de Wuhan, haciendo alusión al lugar donde se detectó por primera vez.

Hasta la designación definitiva (realizada por la International Classification of Diseases (ICD)) se puede sugerir un nombre provisional. En el caso que nos ocupa, la OMS sugirió el nombre de “enfermedad respiratoria aguda 2019-nCoV” (donde “n” indica nuevo y “CoV” de coronavirus).

Del mismo modo, La OMS también propuso “2019-nCoV” como nombre provisional del virus en espera a la decisión final que tomara el Comité Internacional de Taxonomía de Virus.

Finalmente, los nombres designados han sido COVID-19 para la enfermedad y SARS-CoV-2 (coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave ) para el virus que la provoca.

Algunos Nombres pueden resultar Inapropiados

Si la elección de un nombre tiene connotaciones negativas puede provocar rechazo contra determinadas comunidades religiosas o étnicas, dar lugar a restricciones injustificadas a determinados destinos turísticos o provocar el sacrificio innecesario de animales destinados a la alimentación.

Así, nombres como síndrome respiratorio de Oriente Medio, gripe española, gripe porcina o enfermedad de los legionarios han estigmatizado innecesariamente.

Recomendaciones de Buenas Prácticas de la OMS

Se debe tener en cuenta que cuando un nombre se establece es difícil de modificar, por lo que se debe ser muy escrupuloso en los primeros momentos en los que se transmite la información.

Para evitar justamente estas consecuencias negativas, la OMS ha realizado una serie de recomendaciones no vinculantes para que el nombre elegido sea apropiado. Estas recomendaciones quedan reflejadas en la infografía

 

 

Escribámoslo Correctamente

La Fundéu (institución sin ánimo de lucro que trabaja asesorada por la Real Academia y que tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación) nos explica en su página web las claves para redactar adecuadamente las noticias relacionadas con la epidemia del coronavirus.

Nombre de la enfermedad: COVID-19

La grafía recomendada es con mayúsculas y con un guión antes de los dígitos.

También podría ser aceptable escribirla toda en minúsculas (covid-19) o emplear expresiones descriptivas como enfermedad del coronavirus o neumonía por coronavirus.

No es correcto dejar la inicial mayúscula (Covid-19),  porque se trata de un nombre común de enfermedad.

Nombre del virus: SARS-CoV-2

Para referirse al virus causante de la enfermedad, el Comité Internacional para la Taxonomía de los Virus le ha dado oficialmente la identificación SARS-CoV-2, aunque es frecuente que se siga empleando el provisional 2019-nCoV.