La elección de unos cristales correctivos para las gafas no es siempre tarea fácil, ya que la oferta de mejoras sobre el cristal “básico” es amplia. No siempre tienes claro qué poner a los cristales de tus gafas para llevarlas con mayor comodidad o no perjudicar a tu salud ocular. Es por ello imprescindible contar con un optometrista de confianza que te asesore con profesionalidad sobre cuáles de esos pluses son realmente adecuados para ti y cuáles totalmente prescindibles y que tan solo encarecen la factura final, sin aportar realmente nada.
La elección de unas gafas graduadas se parece a la elección de un coche: empiezas con un modelo básico y vas añadiendo mejoras hasta adaptarlo a tu gusto y necesidades. Veamos cuáles pueden ser estas posibles mejoras y cuán necesarias son.
Tratamiento de Reducción del Grosor de los Cristales
Como bien indica su nombre, con este tratamiento se puede reducir el grosor de los cristales lo que puede tener especial relevancia en graduaciones medias y altas.
Cuanta mayor graduación, mayor peso, por lo que aligerar este será un plus de comodidad.
Además, en cristales para miopes, en los que el aumento de graduación implica un mayor grosor de los cristales por su parte más periférica, esta reducción permitirá adaptarlos con mayor comodidad a las monturas y poderlo hacer sobre monturas más finas.
Tratamiento Antirreflejante
Con este tratamiento aplicado sobre los cristales se consigue, ante todo, un aspecto más estético de las gafas. Con el tratamiento antirreflejante se verán mejor los ojos porque se evita que las luces se reflejen en los cristales (típicas luces reflejadas en los cristales de la gafa cuando hacemos una foto).
Además, se le presupone la ventaja de evitar reflejos de alta intensidad en un entorno de alto contraste, lo que podría aportar un mayor confort en conducción nocturna.
Habrá que valorar en este caso la estética y si en nuestra actividad diaria se producen a menudo estas situaciones de alto contraste (no se consideran como tales las de uso de pantallas o tv).
También observar, un inconveniente, que al aplicar este tratamiento se facilita que se rayen los cristales.
Tratamiento Fotocromático
Este tratamiento se consigue con lentes que reaccionan a la luz. Se adaptan a la luz ambiental de forma que son claras en interiores y se oscurecen bajo la luz solar.
Pueden resultar prácticas para personas que no quieran tener un par extra de gafas de sol graduadas.
Tratamiento Antirrayado o de Endurecimiento
Con estos tratamientos los cristales se hacen más resistentes a sufrir rayaduras, lo cual puede ser más o menos interesante en función de lo cuidadoso que sea el portador de las gafas.
Tratamiento Antiadherente
Este tratamiento consiste en un sistema que elimina la electricidad estática de la superficie de la gafa, de tal modo que esta repele que cualquier cosa (agua, grasa, polvo) se adhiera a ella.
Se supone una mayor protección contra la suciedad y como en el caso anterior, su incorporación debe ser una valoración personal.
Filtro de Luz Azul
Es probablemente el añadido más controvertido, más actual y más envuelto en marketing.
Tanto la sociedad oftalmológica americana como española se posicionan argumentando que la luz azul no afecta ni daña a la retina. Por ello, adaptar este filtro a las gafas con la finalidad de proteger tu retina de la luz de las pantallas no tiene ningún sentido. Lo explica de manera magistral el Dr. Rubén Pascual desde su blog Ocularis.
Si a alguien le resulta más cómodo porque le fatiga menos es una elección que se deberá valorar personalmente. Sin embargo, destacar que la fatiga visual por el uso de pantallas digitales se produce fundamentalmente por la disminución en el número de parpadeos, lo que desencadena sequedad ocular.
Filtro Radiación UV
El filtro UV400 es un requisito obligatorio para comercializar gafas (sean o no de sol) en la Unión Europea y Estados Unidos e indica que las lentes bloquean la radiación UVA de un 99 a 100%.
Esta característica viene condicionada por el material del que están hechos los cristales o lentes, independientemente de cúal sea su color, algo que expliqué cuando hablé de cómo elegir una buena gafa de sol.
Por ello, siendo un requisito obligatorio para cualquier gafa, no es un una opción a añadir y consecuentemente no debe haber un mayor coste.
at
Pills, ¿lo que hacen las pantallas de los móviles (y desde algún tiempo también las de los ordenadores) de volverse amarillentas por la noche para no cansar tanto la vista equivaldría a un filtro contra la radiación azul? ¿O la radiación sigui estando allí pero enmascarada? ¡Gracias!
at
Hola, David
La luz (o mejor dicho, la alta intensidad de luz) puede interferir en el sueño. Pero es la luz, no la tonalidad (azul, amarilla) la que interfiere. Por ello, disminuir su intensidad en dispositivos electrónicos por la noche puede ser aconsejable pero no es necesario un filtro determinado.