Hace poco leí un dato que me sorprendió: los ahogamientos en la infancia son una de las 5 primeras causas de mortalidad en niños entre 1 y 14 años. En un país como el nuestro, donde el buen tiempo invita durante largos meses a disfrutar de baños en playas y piscinas, me parece interesante dar altavoz a la campaña #OjoPequeAlAgua, que como le explicaba a Bibi, madre de tres pequeños, tiene como finalidad reducir las muertes infantiles por esta causa.

– Pills, este año voy a poder disfrutar más de la playa. Todos mis hijos han aprendido a nadar, así que no tendré que estar tan pendiente de ellos.
– Siento corregirte, Bibi. Tus hijos son pequeños y requieren supervisión constante por parte de un adulto mientras estén en el agua. Déjame contarte sobre la campaña #OjoPequeAlAgua, cuyo eje principal es “Supervisión Adulta Permanente”.

¿Qué es #OjoPequeAlAgua?

Es una campaña llevada a cabo por la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, el grupo Segur Baby y las empresas de socorrismo acuático Emergencias 7000.

La campaña tiene dos claros objetivos:

  1. Concienciar a la población de la magnitud del problema
  2. Ofrecer soluciones que puedan ser transmitidas entre adultos y pequeños, consiguiendo crear cultura preventiva intergeneracional. En este último punto me gustaría aportar una idea: la mejor educación es la que se hace con el ejemplo.

Para ello nos recuerdan medidas de seguridad que deben adaptarse en playas y piscinas. Veamos algunas de las medidas recomendadas:

Un Baño Seguro: #OjoPequeAlAgua

Ya sea en la playa como en la piscina:

Enseña a tus hijos a nadar lo antes posible y enséñales a adoptar posturas de seguridad. Ahora bien, si son pequeños no te confíes: una caída, un tropezón puede ser fatal.

El socorrista no es una niñera, no es el responsable de la seguridad de tus hijos, ni de los muchos que puedan estar bañándose simultáneamente. Es cierto que un socorrista debe prevenir posibles accidentes, pero no puedes descargar en él la seguridad de tu hijo. La educación en conductas de riesgo corre de tu parte.

Enseña a tu hijo a respetar las indicaciones del socorrista.

Mira siempre al agua: si el niño desaparece de tu vista, el primer lugar donde tienes que mirar es en el agua. Ten en cuenta que bastan 27 segundos para que un niño fallezca por ahogamiento.

El móvil, ese gran amigo de todos, puede ser un elemento de distracción imperdonable que desvíe tu atención de su foco principal: la seguridad de tu hijo.

Los saltos desde gran altura pueden ser peligrosos y causa de lesiones medulares. Hazles comprender la importancia de no realizarlos.

Aprende Maniobras de Reanimación. Así tendrás la solución en tus manos en caso de necesitarla. Recuerda que en una situación de ahogamiento el tiempo y la premura es primordial.

Los flotadores son eso, sistemas de flotación y punto. Deben de utilizarse siempre bajo supervisión de un adulto. No te confíes de que por llevar flotador no corre ningún peligro. Los manguitos, flotadores y colchonetas dan una falsa sensación de seguridad. El sistema más seguro son los chalecos y tu propia supervisión.

Seguridad en Piscinas: #OjoPequeAlAgua

Revisar con periodicidad las cubiertas de los desagües o drenajes para mantenerlos en buen estado y no sean fácilmente removibles. Enseña a los niños que no deben acercarse o jugar cerca de estos elementos.

Recoger pelotas y otros juguetes después del juego. No dejarlos flotando en la piscina ya que pueden ser un peligroso reclamo para un niño.

Se recomienda vallar las piscinas mientras los niños sean pequeños, con vallas lo suficientemente altas y no escalables.

Las piscinas hinchables deben ser vaciadas tras su uso y puestas boca abajo. Bastan 10cm de agua para que un niño se ahogue.

El cabello largo recogido y los cordones atados: ten en cuenta que el cabello largo y suelto, cadenas y largos cordones de bañadores pueden ser succionados por los sistemas de drenaje.

 

Baños Sin Riesgos en el Mar: #OjoPequeAlAgua

Respeta las recomendaciones de baño indicadas con los sistemas de señalización. Predica con el ejemplo y no te saltes las normas, es la mejor formar de que tus hijos no se las salten en un futuro.

 

No les quites la vista de encima, los niños pueden desorientarse con facilidad entre tanta gente y sombrillas.

Enseña a tu hijo que las zonas en la orilla del mar “sin borreguitos” son las más peligrosas ya que en ella pueden haber corrientes.

 

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Y recuerda, ante cualquier accidente, llama al 112

 

Fuentes:
WHO: Informe mundial sobre ahogamientos.
Asociación Nacional de Seguridad Infantil