Hay fármacos que en contacto prolongado con la mucosa del esófago pueden dañarla. Esta lesión se denomina esofagitis por fármacos y consiste en la lesión de la mucosa esofágica producida por la ingesta de determinados fármacos, con un efecto cáustico local sobre dicha mucosa.

¿Qué factores influyen en la lesión?

La lesión se produce por el contacto prolongado del fármaco con la mucosa esofágica y hay tres grupos de factores que influyen:

Factores relacionados con el fármaco

Los comprimidos de mayor tamaño y de material gelatinoso son los que más riesgo tienen de provocar lesiones, ya que tienen un tránsito más lento y una superficie adherente como es la gelatina.También son determinantes las propiedades ácidas del fármaco en cuestión.

Factores relacionados con la ingesta

Sobre el cómo se toma el fármaco, influye negativamente el ingerirlo con poco líquido y/o acostado.

Factores relacionados con el paciente

La presencia de alteraciones de la motilidad esofágica, compresiones del esófago y una menor producción de saliva (ambos suelen presentarse en ancianos) son factores de riesgo para desarrollar esofagitis por fármacos.

¿Qué Síntomas Aparecen?

Los síntomas aparecen de forma brusca, siendo el dolor al tragar y el torácico los más frecuentes. En algunos casos también puede aparecer sensación de ardor y dificultad para la deglución.

Las zonas que con mayor frecuencia se lesionan por el consumo de fármacos son aquellas donde existe una estrechez anatómica que retiene el fármaco, como sucede  en la zona media del esófago donde la presencia del arco aórtico produce una disminución de la luz esofágica.

¿Qué Fármacos son susceptibles de provocar Esofagitis por Fármacos?

Aunque cualquier fármaco es susceptible de provocarlo, son los bifosfonatos y las tetraciclinas los fármacos que más frecuentemente se ven implicados en este proceso.

Entre los bifosfonatos, utilizados para la prevención y el tratamiento de enfermedades como la osteoporosis, encontramos: 

  • Ácido alendrónico (Fosamax)
  • Ácido etidrónico (Osteum)
  • Ácido ibandrónico (Bonviva)
  • Ácido risedrónico (Acrel, Actonel)
  • Bifosfonatos, combinaciones: Fosavance, Adrovance

Las tetraciclinas son antibióticos comúnmente utilizados en el tratamiento del acné grave y de algunas enfermedades de transmisión sexual. Entre ellas, la doxiciclina (Doxiclat, Proderma, Doxiten, Vibracina) y la minociclina (Minocin) son las que tiene un perfil más lesivo sobre la mucosa esofágica.

Y si he de tomar alguno de estos fármacos, ¿Cómo evito una posible lesión?

Ante la aparición de síntomas, la medida terapéutica inicial consistirá en retirar el fármaco, lo cual con frecuencia es suficiente. También pueden utilizarse antiácidos para favorecer la cicatrización de la lesión.

Cuando sea necesario tomar alguno de los fármacos citados, deberemos adoptar una serie de recomendaciones para evitar que lesionen la mucosa del esófago.

  • Estos medicamentos deben tomarse con abundante cantidad de agua (al menos 200 ml) y permanecer después en posición erguida durante al menos treinta minutos. La posición erguida se refiere a permanecer de pie o sentado pero no recostado o tumbado.
  • Evitar la toma de estos medicamentos por la noche ya que, el permanecer por largo tiempo tumbado y la disminución de la salivación durante el sueño, favorece la retención de los comprimidos en el esófago.

Ahora bien, mientras que la doxiciclina debe tomarse en el transcurso de una comida, los bifosfonatos, al tener una absorción oral muy baja, se deben tomar por la mañana, en ayunas, media hora antes de la primera comida del día.